lunes, 17 de junio de 2013

Más que una amiga, como una hermana.

Sé que nunca te lo he dicho, de hecho, nunca me lo había planteado hasta ahora, pero eres como una puta hermana para mi. Esta entrada va porque esta personita se va de mi equipo. Tío, no sé como va a ser el tener que ir sola a los entrenamientos, el no tener a alguien a quien abrazar esas tardes antes y después del duro trabajo, esas tardes de confesiones... Si, definitivamente voy a echarla mucho de menos. Odio que deje de jugar a algo que sé que le encanta, pero es su decisión y habrá que respetarla. Solo espero que este cambio no vaya a producirse también en nuestra amistad, porque eso no podría permitírmelo. Que eres genial María, tú y tus abrazos, hasta tus hostias son geniales (Esto no te da motivo a dar más de la cuenta, eh), bueno que eso, que no se que más decir, que gracias por ser un puto punto de apoyo cuando más lo he necesitado, que gracias por comerte todas y cada una de mis rayadas, que gracias por haberme ayudado siempre y gracias por confiar en mi para contarme todo lo que me has contado. Quiero que sepas que nunca, nunca, nunca voy a dejar que te alejes de mi lado. Porque no me da la gana encontrar a nadie más que me de miedo cuando al mirarse en el espejo se ríe, a nadie que inspeccione los suelos de los hoteles pensando que son manchas de sangre y a nadie que me diga '¿Pa que vamos a ir a tu patio, vamos mejor a mi jardín?'. Que te quiero, en serio, te quiero muchísimo María Gonzalez García. Y gracias por todo.

viernes, 7 de junio de 2013

No me pidas que te olvide.

Yo también se decir 'no te quiero', también se decir que ya todo acabó. Pero mira mis ojos. Ellos dicen todo lo que siento por ti. Ellos dicen que cuando no estás conmigo se me cae el mundo encima. Que no se vivir si no es contigo. Que tú me das la vida con cada sonrisa, con cada mirada... con cada gesto. Ellos me delatan cuando digo que no estoy enamorada. Ellos, los que no dejan de mirarte cuando pasas a mi lado, o cuando te tengo cerca. Esos que te ven jodidamente perfecto. Los que te buscan continuamente y necesitan verte. En ellos puedes ver que aún queda algo de esperanza. Busca en ellos los recuerdos que vivimos, los podrás ver como en una película. Pregúntales porque se humedecen por las noches al pensar todo lo que paso, porque también les pasa eso cuando te pienso...

También mira mi sonrisa, esa sonrisa que me sale cuando oigo tu nombre, cuando me hablas o simplemente cuando te recuerdo. Esa estúpida sonrisa que me sale cuando me hacen la típica pregunta de '¿Estás enamorada?' que siempre, siempre, me delata.

No me pidas que te olvide, si has sido lo mejor que me ha pasado en la vida. No me pidas que te olvide si sabes que tú me has enseñado lo que es echar de menos, y lo que significa la palabra amor. No me pidas que te olvide si me has demostrado que con una tiza puedes entretenerme como si fuera una niña chica. No me pidas que te olvide si me has enseñado lo que es desear que alguien te dedique una canasta y tardar una vida en conseguirla. No me pidas que te olvide si me has demostrado que puedo conocerme Salamanca y todos los autobuses con sus números solo para ir a verte. No me pidas que te olvide, ahora que casi me conozco tu barrio entero. No me pidas que te olvide después de haberme vacilado tanto con mi estatura. No me pidas que te olvide o tendré que convertir al pollo en mi animal favorito. Solo te pido, que no me pidas que te olvide. Respecto a lo demás que me pidas ten por seguro que lo tendrás.

Te quiero.